Las viviendas procedentes de herencias suelen venderse entre un 10% y un 20% por debajo de su precio.
Una oportunidad para los más lanzados
Como afirma Jesús Duque, “un piso heredado no siempre es una buena noticia”. Al pago de impuestos correspondientes, es necesario sumar cada año el pago del IBI, tasas de basura, gastos de comunidad, suministros o determinadas reparaciones. Un largo etcétera que, en numerosas ocasiones, va haciendo mella en la relación entre los herederos. No siempre todos quieren vender, ni tienen la misma prisa, ni valoran la propiedad por igual.
Todo lo anterior, genera en el mercado múltiples oportunidades para los más lanzados que saben cómo buscar para encontrar estos chollos.
Ante esta situación, la red de agencias Alfa Inmobiliaria, con cien oficinas repartidas por todo el país, ha identificado cinco consejos para no malvender un piso heredado, dirigido a todos los potenciales vendedores.
1. Conocer los términos de la herencia
- Para vender una vivienda de este tipo es imprescindible haber aceptado previamente la herencia y ser el titular legal de la misma. En algunos casos, la deuda que conlleva la herencia es superior a todos los bienes y derechos del fallecido, por lo que es más rentable para los herederos rechazarla o recibirla con lo que se conoce como a beneficio de inventario.
2. Ponerse de acuerdo en el futuro del piso heredado
- Una vez se es titular de la propiedad, es necesario decidir cuanto antes, y entre todos los herederos, cual va a ser el destino de la propiedad. Tanto si el futuro de la vivienda va a ser el alquiler como si es la venta, “nuestra recomendación es que se aborde esta cuestión en el menor tiempo posible. De esta forma evitaran el pago de múltiples recibos de impuestos, seguros, comunidad…”, añade Duque.
3. Valora un lavado de cara del piso heredado
- En el caso de las viviendas en las que han pasado sus últimos años personas mayores, es muy frecuente que ofrezcan un aspecto poco atractivo para los jóvenes compradores y que necesiten distintas reparaciones. “En muchos casos, un pequeño rejuvenecimiento a base de pintura y quizá un repaso a los suelos, mejora enormemente el aspecto de la vivienda y permite visualizar mejor todas las posibilidades de la misma” afirma Duque.
4. No equivocarse al poner el precio
- “Como siempre decimos, las viviendas que salen con un precio por encima del adecuado, se terminan vendiendo por debajo de su precio”, añade. Y esto, que para un particular es una mala operación, cuando se trata de repartir entre varios familiares, suele ser además, el origen de numerosos roces y discusiones que en muchos casos llevan a algunos a rebajar drásticamente el precio del piso para salir lo antes posible del problema.
5. Evitar que uno de los herederos quiera vender la casa en contra de la voluntad del resto
- Y lo haga sin el acuerdo conjunto. En este caso no se trataría de repartir la herencia sin acuerdo, sino de vender un bien común sin el acuerdo de todos los propietarios. “Esto es algo mucho más frecuente de lo que pudiéramos pensar” asegura el directivo de Alfa Inmobiliaria. La salida más frecuente a este problema es, o que el resto de herederos le compren su parte, o que uno de los herederos pueda hacerlo a un tercero. En este ultimo caso será necesario recurrir a una solución judicial que buscará dividir físicamente el piso heredado si es posible. Y si no, pondrá a la venta el inmueble mediante un sistema de subasta pública, que hará que precio de venta sea generalmente inferior al del mercado.